Soy un barquito de papel
Navego felizmente, con mi tripulación y mi capitán
No lo noto, pero poco a poco, me deshago
Me hundo, suavemente…
Noto el viento en mi “Vela”
Suave, agradable, intento disfrutarlo
A la vez que siento humedad
En proa y popa, y mi casco se deshace
“¡Oh, Abandonen el navío!”
“¡Oh, Liberen a los prisioneros!”
“¡Vacíen La Santa Bárbara!”
“¡Que salten! ¡O acaben con ellos!”
Poco a poco, el casco,
Se queda vacío
Solo quedamos, yo, y el capitán
Que ha decidido, morir conmigo
Y Se le escucha cantar:
“Qué es mi barco, Mi tesoro
Qué es mi dios, la libertad
Y con mi mayor tesoro pereceré
En esta, mi patria, la mar.”
Poco a poco, nos consumimos
Y en este pequeño estanque
De esta pequeña casa
Morimos.
Porque duele, de verdad, duele.
Estar ahí, delante tuya, a Diario
Y sin embargo no hacer nada...
Delante de ese frio abismo, de esa fría eternidad
Atado, atado a cadenas, cadenas que no me dejan tranquilo
Me ahogan, siento asfixia, me angustio
Las cadenas que me atrapan, incandescentes, me dañan,
Y me dejan cicatrices, cicatrices profundas, dolores.
Puede que el tiempo consiga taparlas, pero nunca las curará.
Tengo dos opciones
Seguir con esto... perecer en silencio y yacer en la oscuridad
O decidirme a decirte algo y liberarme ya...
Aquella noche todo era diferente,
Ni siquiera se le pasó por la cabeza leer su libro, como solía hacer todas las noches.
En el ambiente, todo se notaba diferente
Felicidad, una alegría inusual, sin ninguna clase de rival
Todo estaba cambiando, después de tanto tiempo.
Las rutinas, Las costumbres, quedaban atrás, junto a la tristeza.
Era una nueva etapa.
Una etapa de flores rojas, una etapa de sintristeza.
Escribió y simplemente, se acostó, dejándose llevar…
Esperando, incluso, Sabiendo, que el día siguiente sería aún mejor que el anterior.
¿Qué fue de todo aquello?
Aquello que se llevo el viento…
¿A dónde fue a parar?
Quizá a ningún lugar…
Tal vez, Ahora camina sobre las nubes
Tal vez, yace bajo el mar
Tal vez, añora su tierra
Tal vez, llora en silencio, sin más.
Sea lo que sea, Dios lo sabrá…
Yo solo se, que ya no volverá
Chocaron.
Las respiración, de ambos, se volvió entrecortada.
Ella, estaba sonrojada. El, Evitaba mirarla mientras la ayudaba a levantarse.
Cuando ambos estuvieron de pie, Se cruzó una mirada entre los dos.
Y como si nada, la temperatura alrededor aumento,
Y por supuesto, la de sus cuerpos, también.
Él la quería a ella. Ella a él, también.
¿Amor? Para nada
¿Amistad? Tal vez
¿Necesidad Sexual? Era evidente.
Ambos lo querían, ¿Qué problema había?
No tengo ni idea, el caso es que al final, no paso nada.
Maldita Inspiración
Se ha ido, sin más
No lo puedo creer
Siempre hace igual
Está aquí, tranquila
Y de repente, se va…
¿Dónde te has metido?
No puedo respirar…
¿Dónde te has ido?
Musa… Vuelve ya…
